Hace aproximadamente dos años recibimos una llamada del estudio de arquitectura de Antonio Jiménez Torrecillas. Querían que colaboráramos con ellos en el diseño de un ascensor para el Palacio de Carlos V…

PRESENTACIÓN DE UN GRANADINO

En el año 2013 la Alhambra fue el noveno monumento más visitado del mundo. El recinto, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1984, recibió a tantos turistas como las milenarias pirámides de Gizah y a muchos más que el Taj-Mahal, en la India. Millones de personas recorrieron durante todo ese año este conjunto monumental, en cuyo interior se encierra uno de los emblemas del Renacimiento español: el Palacio de Carlos V o, mejor dicho, el Palacio del Emperador Carlos V.

Todo esto, sin embargo, son solo números y palabras. Un granadino ve su Alhambra con otros ojos.  Siempre allá arriba, en su monte de La Sabika, patrimonio de todos y cada uno de nosotros. Recuerda aquellos años del Bachillerato cuando podíamos visitarle siempre que quisiéramos enseñando tan solo nuestro carnet de estudiante para que nos dejaran pasar. Muchas veces acudía junta toda la familia y siempre  llevábamos allí a nuestros parientes y amigos cuando venían a visitarnos.

Nosotros somos de Granada.

Hace aproximadamente dos años recibimos una llamada del estudio de arquitectura de Antonio Jiménez Torrecillas. Querían que colaboráramos con ellos en el diseño de un ascensor para el Palacio de Carlos V. Nuestra primera respuesta fue el silencio, luego vinieron las preguntas: “¿dónde irá situado?, ¿cómo?, ¿de qué manera?”. Dudas, ninguna, tan solo ilusión, responsabilidad y unas ganas enormes de empezar a trabajar. Era todo un reto, quizá el mayor de los retos, para una empresa de ascensores.

Nosotros somos una empresa de ascensores.

El proyecto lo tenía todos los elementos necesarios para convertirlo en el trabajo de nuestros sueños: accesibilidad, rehabilitación, Historia, Arquitectura, Arqueología,… Y todo ello en aquel palacio-museo que mandara construir el “IMPERATOR CAESARI“, título impresionante que reza aún en la misma cartela que tantas veces  habíamos leído justo después de refrescarnos con el agua de la fuente y antes de atravesar la Puerta de La Justicia.

Una vez que nos adjudicaron la obra nos entregamos a ella sin reservas. Solo era necesario ejecutar lo proyectado. Y de esa forma, la cabina de cristal forma ya parte del mismo palacio, integrada por completo en su estructura. Una obra única en el mundo.

El resultado está ahí y nosotros nos sentimos orgullosos de nuestro trabajo. Solo deseamos haber estado a la altura de las circunstancias. El tiempo, y todos los que en el futuro sigan buscando la magia tras los muros de la Alhambra, lo dirán.

Fº Javier Molina Sabio
Gerente de ascensores IASA

A través de estas líneas me gustaría agradecer a la empresa  fabricante de ascensores MP el apoyo incondicional que nos han brindado a lo largo de este recorrido, muy especialmente su departamento de I+D. También hemos crecidos juntos con el Proyecto.

Trabajar con el estudio de arquitectura ha sido un enorme placer. Antonio es vitalista, una persona con una sensibilidad muy especial y encantadora. Nosotros hemos tratado de llevar al límite su concepto de ascensor-nube. Y hemos trabajado en equipo. Y hemos crecido juntos con el Proyecto.

Si salíamos fuera de Granada, la Alhambra era nuestro portaestandarte allá donde estuviéramos, y la carta ganadora de aquellas conversaciones acerca de quién tenía la ciudad más bonita, de cuál era la más hermosa de las ciudades.

El antes y el después

Planos técnicos

Galería

Cristal conmemorativo

Reseñas de prensa